¿Adiós, Mr Trump?

Por Valentina Salazar Tena, 4 de noviembre del 2020

Al prestar atención a la historia del mundo contemporáneo es fácil identificar los momentos de inflexión que cambiaron el curso de los acontecimientos, esos momentos cruciales que subrayamos en las libros de texto y nombramos con el término generalista de “históricos”. Sin embargo, pocas han sido las veces en las que el reconocimiento de estos momentos se ha visto venir con antelación en lugar de meditado en tiempo pasado.

Hoy estamos frente a uno de esos momentos.

El enfrentamiento del actual presidente Donald Trump con el candidato demócrata Joe Biden en las elecciones americanas es una historia que anticipamos desde hace meses. Ya sea con sentimientos de ansiedad enmarcados en un año difícil donde los motivos de angustia no escasean, o en actitud esperanzadora contando con la posibilidad de que un cambio de panorama nos encarrile a un estado menos convulso.

Para muchos cualquiera de los dos resultados es una sentencia de caos para unos Estados Unidos que ya acarrea una división política y social desde antes de la proclamación de Trump, y que no ha hecho más que incrementarse en el presente año a causa de la crisis de la pandemia y las luchas contra la igualdad racial.

Entre la demostración de protestas experimentadas en el verano de este año y las amenazas del presidente de refutar los resultados de las elecciones no es difícil imaginar cómo independientemente del ganador el bando contrario no sea buen perdedor. Sin embargo, algo más se ha perdido en el caos de la carrera a las elecciones de noviembre y es precisamente el deterioro de los valores que hemos relacionado con la auto titulada nación americana.

Los ojos del mundo llevan posados en Estados Unidos por muchas décadas, pero el sentimiento en el área en esta situación no podría estar más lejos de la imponente nación que alguna vez fue. Entre las constantes burlas al presidente, una campaña demócrata fuertemente basada en el apoyo hollywodense y la figura de Biden como el voto resignado de los oponentes a Trump, el camino a la elección no se siente como la apertura de un nuevo capítulo del soberano país de la “libertad” sino más como un plan de contingencia a una situación que se ha salido de las manos.

Mucho se habla del espectáculo mediático que han constituido no solo estas elecciones sino toda la presidencia de Trump, pero aunque sea pronto para analizar las consecuencias absolutas del deterioro de la imagen de los valores americanos a la par de la credibilidad de las figuras políticas, es muy posible que el desastre público que representan estas elecciones empiece ya a dar señales de que lo que alguna fue una bienvenida para Mr Marshall en manos de Trump se haya convertido en un hasta luego, donde el sueño americano se haya revelado como pesadilla, y de ser así ¿Está listo el mundo para decir “Adiós, Mr Estados Unidos”?